martes, 20 de marzo de 2012

Frank Miller: Reflexiones de un desentendido del cómic


Si eres fanático de Harry Potter te encargas de leer todos sus libros (dos veces si te da el tiempo) antes de ir, escoba en mano, a ver el pre-estreno de las películas. Y es por eso que, el clásico “quiero leer el libro antes de ver la película” parece ser una de las estrategias favoritas y más usadas por quienes desean sacarle el mayor provecho a la experiencia de ver las adaptaciones de sus obras preferidas...

En mi caso sucedió algo totalmente distinto, pues hace aproximadamente tres años tuve mi primer acercamiento con un, hasta entonces desconocido, Frank Miller. Recuerdo que sucedió en una sala de cine y hubo algo en la película “300"´ de Frank Miller es mucho m enoserido a Batman y primera impresipuede percibir. Asial en la obra de Frank Miller es mucho m en” que me dejó fascinado. Era la estética. Había algo que diferenciaba esta guerra a las que vi en “El señor de los anillos”, “El gladiador” y tantas otras películas. Era una guerra gráfica, con buena fotografía, tomas impactantes y una carga artística alucinante... Un par de años después, me prestaron una película llamada “Sin City” y me dejó una sensación muy similar a “300”. Había algo en estas dos películas, que me llamaba la atención y, a pesar de nunca haber leído un cómic completo en toda mi vida, la relación con esta expresión gráfica era evidente.

Tuvo que transcurrir un año más para que, hoy en día, pueda por fin comprender qué es lo que le dio vida a esos dos largometrajes. Y así, en este viaje en retroceso, todo va agarrando sentido. Cada imagen que llamó mi atención en estas películas tiene fundamento en los trazos de Frank Miller, logrando imágenes que llamarían la atención de cualquier dibujante. Es imposible no quedar impactado frente a la complejidad de su obra y su destreza como artista. Obras como “Daredevil” y “Batman” dan evidencia de esto, y plantean una serie de eventos y escenarios distintos de los que podemos encontrar en clásicos heróicos como, por ejemplo, “El Capitán América”. Es evidente notar la diferencia entre ambos estilos y creo que, hasta cierto punto, el contexto social y político en la obra de Frank Miller (Ciudad Gótica por ejemplo) es mucho más complejo que el que podemos encontrar en otros comics, apostando por temas como la corrupción.

Creo que Frank Miller ha logrado unir sus diversos trabajos bajo una misma identidad, lo cual es algo que, hasta un desentendido de los comics -como yo-, puede percibir. Y así como mucha gente puede (o cree poder) hacerse una primera impresión al preguntar “¿Prefieres a los perros o a los gatos?”, la decisión de un niño al elegir a Batman o a Superman resulta fundamental. Yo siempre preferí a Batman, sin saber por qué, y ahora entiendo que se debe al interés de Miller por crear personajes complejos, con conflictos y, vencibles dentro de todo.

Ya ha pasado bastante tiempo desde que vi “300” y “Sin City”, y muchos años desde que regalé mi colección de muñecos de Batman, pero recién logro entender por qué estos tres elementos me marcaron, de alguna u otra manera. Quizá ya sea hora de comprar mi primer comic...